La extensión del Museo de Arte de Denver es la maravilla de Libeskind en Denver
Promocionar un museo tiene que ser una de las cosas más difíciles de hacer. Sin embargo, los diseños de Libeskind y la audacia de Gehry, junto con la voluntad de Calatrava de llevar la tecnología arquitectónica a límites nunca antes pensados, pueden ser un buen incentivo para que miles de personas visiten los museos, no por el arte interior sino por las impresionantes obras de arte que enclavan la idea de un museo. En consecuencia, poco a poco vemos que se están adoptando formas audaces e intrigantes para los museos de todo el mundo; aunque sea una señal de cuánto las formas arquitectónicas se han convertido en imanes de atracción. La ampliación del Museo de Arte de Denver por el arquitecto Daniel Libeskind es uno de esos edificios que abren toda la ciudad a un gran número de visitantes en el que nunca se había imaginado; involuntariamente, la arquitectura del edificio se ha convertido en el marketing más fuerte para el Museo de Arte de Denver.
Fue el primer edificio de Studio Libeskind que se completó en los Estados Unidos, posiblemente porque las formas arquitectónicas de Libeskind nunca son fáciles de construir. Llevan años y, a veces, sobrepasan los presupuestos. Puede ser, el precio a pagar por diseños atrevidos como este.
Inspirados en los picos y valles de las Montañas Rocosas circundantes, los arquitectos diseñaron una extensión con una sección en voladizo en ángulo pronunciado que sobresale al otro lado de la calle, apuntando hacia el museo de Arte de Denver existente que fue diseñado por el arquitecto italiano de Milán, Gio Ponti, en 1971. .
El nuevo museo alberga una colección de arte oceánico y africano en 13.564 metros cuadrados de espacio revestido con 9.000 paneles de titanio que cubren la superficie y reflejan el paisaje de Collorado. Los volúmenes geométricos en este diseño eran parte de la intención del arquitecto de componer un edificio que sería un espacio público, un monumento y una puerta de entrada en una parte en desarrollo de la ciudad que unía el centro de la ciudad, el Centro Cívico, y formaba una fuerte conexión con el barrio del triángulo de oro.
Según el arquitecto, no quiso repetir ideas prefabricadas que habrían visto un edificio que separa los interiores y los exteriores o una bonita fachada que alberga una experiencia típica detrás de él. La intención era fusionar ambos, creando un diseño que se conectara orgánicamente con el paisaje existente mientras albergaba una experiencia intelectual, emocional y sensual en su interior.
La luz, la proporción y la materialidad fueron aspectos fundamentales del diseño. Para integrar estas dimensiones para que el público disfrute, se tuvo que emplear un enfoque arquitectónico de naturaleza artesanal, conectando los espacios con las manos, los ojos y la mente de los visitantes.
Los interiores se diseñaron para relacionarse con la función y la estética del museo Ponti existente. Uno de los desafíos mencionados por el arquitecto fue responder a la extraordinaria gama de transformaciones en la luz, la coloración, los efectos atmosféricos y las condiciones de temperatura y clima exclusivas de la ciudad de Denver. Insistió en que todos estos factores se integrarían en el edificio, no solo funcional y físicamente, sino también cultural y experimentalmente, de modo que los visitantes ganarían mucho con la experiencia de caminar en el edificio.
La Plaza de las Artes Acoma es el “patio delantero” del museo, lleno de arte público y actúa como escenario para eventos públicos. Los efectos de esta extensión se han visto desde su finalización y inauguración en octubre de 2006. Además del edificio que atrae a multitudes de todo el mundo que vienen a maravillarse con su arquitectura, todo el vecindario ha sentido efectos positivos que han llevado a nuevos museos y proyectos de vivienda que se unen al diseño de Libeskind en este paisaje asombroso.
Información del proyecto
Arquitectos: Estudio Libeskind
Arquitecto principal: Daniel Libeskind
Ubicación: Denver, Estados Unidos
Área: 13,564 metros cuadrados
Fotografía: Estudio Libeskind
